Sinónimos de repente

La envidia no tiene nunca ni la franqueza de la risa, ni el arrebato de la cólera; no tiene más que sonrisas frías y lágrimas ocultas

El que se deja llevar por el ímpetu del arrebato será siempre un juguete de sus pasiones y un esclavo del primero que sepa observarle.

Pero en cuanto comenzó a desarrollarse su temperamento, voluptuoso y ardiente, se abandonó libremente al impulso de sus pasiones y aprovechó la primera oportunidad para satisfacerlas.

Actuar es la expresión de un impulso neurótico. Es la vida de un vagabundo.

Este ímpetu revolucionario no tiene más que dos salidas: o rompe envenenado, rencoroso, por donde menos se espere, y se lo lleva todo por delante, o se encauza en el sentido de un interés total, nacional, peligroso, como todo lo grande, pero lleno de promesas fecundas

Merecen elogio los hombres que en sí mismos hallaron el ímpetu y subieron en hombros de sí mismos.

Cuando uno transita por un súbito desamor siente que el mundo se termina.

El que súbito se determina, súbito se arrepiente

Eso es lo que pasa con los ingleses. Si marcas un gol contra ellos, eres un buen jugador; si no marcas en su contra, no eres un buen jugador. Me acuerdo de Lionel Messi antes de la Champions League del 2009. Entonces le marcó al Manchester United y de repente él era el mejor jugador del mundo. A lo mejor ahora van a decir algo parecido de mí

Es un bosque que navega y se balancea sobre las olas, un bosque en donde, sin saberse cómo, comenzaron a cantar pájaros, debían de estar escondidos por ahí y de repente decidieron salir a la luz, tal vez porque la cosecha ya esté madura y es la hora de la siega...

La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.

Y hacía imposible aquella venganza que, por lo menos, podía tomar de improviso contra los otros. Un ángel, para una mujer, es siempre más irritante que una bestia.

Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada.

Hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo

Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma. Busco un poema que no encuentro, el poema de un cuerpo a quien la desesperación pobló súbitamente en su carne, de mil bocas grandiosas, de dos mil labios gritadores.

El amor que nace súbitamente es el más difícil de extinguir.

Es un problema de estudio para la psicología patológica determinar por qué la gente, generalmente desinteresada por los problemas científicos, enloquece repentinamente de entusiasmo por la teoría de la relatividad. Albert Einstein Frases

El amor que nace repentinamente mas tarda en irse

Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.

La envidia no tiene nunca ni la franqueza de la risa, ni el arrebato de la cólera; no tiene más que sonrisas frías y lágrimas ocultas

El que se deja llevar por el ímpetu del arrebato será siempre un juguete de sus pasiones y un esclavo del primero que sepa observarle.

Aquel amor aun vibra bajo el impulso de una imagen, mero fantasma.

El amor confía, es siempre afirmativo y omniabarcante. El amor es vida y, por tanto, creación. Todo lo que toca es vivificado y potenciado por un nuevo impulso de crecimiento. Cuando se ama a un animal, éste crece más inteligente; cuando se ama a una planta se conocen todas sus necesidades. El amor nunca es ciego; es una reserva de luz infinita.

Nosotros los alemanes estamos inmunizados contra la debilidad y el abatimiento; y así, las adversidades de la guerra sólo contribuirán a incrementar nuestra fuerza y resolución, y a darnos una actividad combativa que nos permita superar todas las dificultades y obstáculos con ímpetu revolucionario.

Esto ha dado ímpetu a las fuerzas que llevan a la lucha violenta

La aptitud para romper con el hábito es un don excepcional. Y pareciera apropiado llamar inspiración al derrumbe de ese sometimiento poderoso, casi siempre súbito y siempre liberador. El término es antiguo, y aún para muchos, venerable.

Cuando uno transita por un súbito desamor siente que el mundo se termina.

Yo estaba conduciendo por la carretera. Los árboles me pasaban por la derecha de manera ordenada a 60 millas por hora. de repente uno de ellos se cruzó en mi camino.

Pensé de repente en que, si el próximo año reciba el premio Nobel, los diarios anunciarían en primera plana Abuela recibe el premio Nobel y no pude evitarlas carcajadas.

La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.

Y hacía imposible aquella venganza que, por lo menos, podía tomar de improviso contra los otros. Un ángel, para una mujer, es siempre más irritante que una bestia.

Decirle adiós al personaje que has interpretado es muy duro. Le has conocido y has sido él durante un buen período de tiempo, porque virtualmente comes, duermes, bebes y trabajas con ese tipo en tu mente. Y de pronto un buen día, tienes que decirte a ti mismo que ya está, y te despides

Los caminos prohibidos se han cruzado. Llevamos el paraíso como una cadena bendita miramos en él, como en un aljibe insondable, más profundo que los libros admirables que surgen de pronto y lo contienen todo.

Es así: mi corazón súbitamente se alza, acoge, abraza y luego cede y pierde, como se pierden, en el lecho muerto de un río, las piedras secas, las hojas olvidadas.

Era el sueño de su vida súbitamente convertido en realidad, la riqueza y el lujo que siempre había deseado. Su ambición de fasto y poder era capaz de hacerla enfermar, era un instinto devorador que seguramente sólo la riqueza lograría apaciguar.

El acto poético consiste en considerar repentinamente que una idea parte en varios motivos de igual valor y agrupados, rimen.

No era conveniente llevar a los hombres a posiciones desesperadas, porque en aquellos momentos todos podían sacar repentinamente dientes y garras.

Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.