Sinónimos de pira

Sólo nos queda mirar la luz de la luciérnaga, ese débil chispazo de la hoguera del verano más breve que la memoria de una ola. Miremos la luz de la luciérnaga. A ella se ha reducido el mundo.

Podemos comparar la sociedad con una hoguera cerca de la cual se calienta la persona prudente, pero a la debida distancia y sin meter las manos en ella, como hace el necio. Éste, tras haberse quemado, huye al frío de la soledad y se lamenta de que el fuego queme.

La playa. ¿Porqué hacer una fogata con esta luna de verano?

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está fuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro. (Antes del fin, 1999).

Porque tus ojos son bellos, porque la luz de la aurora sube al Oriente desde ellos, y el mundo su lumbre dora.

Ningun borracho come lumbre

En tu espada de hierro vivo y como mariposa de tu hechizo palpitante al fuego vuelo.

Tremendo contraste entre el crepitar del fuego en su comienzo y la paz de la ceniza

Y amo y todo se parece a lo que amé una vez, triste, más triste que antes porque algo se fuga en la misma fuga de siempre.

Me gustó hacer la fuga de Alcatraz. Se trataba de demostrar que podía escapar y llegar de la isla a la costa de San Francisco con grilletes en los pies. Hay tres dificultades: las corrientes, la hipotermia y los tiburones.

La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía.

La búsqueda se convierte en otra huida de lo que realmente somos.

Caída su lumbre en el corazón de quien la escucha, ¿qué queda en aquel que vio fluir de su mano la chispa de los grandes designios?

La brilladora lumbre es la alegría; la temerosa sombra es el pesar: ¡Ay!, en la oscura noche de mi alma

Un hijo no es un jarrón que pueda llenarse, sino un fuego que hay que prender.

El amor es fuego que quema sin ser visto.

Levantose y huyó con la ligereza de una corza, seguida del príncipe, pero sin que pudiera alcanzarla, y en su fuga perdió una de las chinelas de cristal, que el hijo el rey recogió.

Quien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua fuga de la única realidad que podía ser.

La guerra es una huida cobarde de los problemas de la paz.

Los relojes de arena no sólo nos recuerdan la veloz huida del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos