Sinónimos de infiel

Un escritor es desleal cuando no puede ser duro consigo mismo.

No hay contra el desleal seguro puerto / ni enemigo mayor que el encubierto.

Soy un gran falso mientras finjo la alegría, y tu el gran desconfiado cuando finjes simpatía.

En todas las lenguas del mundo hay un mísmo dicho: ojos que no ven, corazón que no siente. Pues yo afirmo que no hay nada más falso que eso; cuánto más lejos, más cerca del corazón están los sentimientos que intentamos sofocar y olvidar

Conozco los secretos del alma del paisaje, y sé lo que entristece, y sé lo que consuela, y el viento traicionero y el bárbaro oleaje conocen la invencible firmeza de mi vela.

No consigo recordar cómo pude llegar de la orilla hasta mar adentro... ¡Ah, sí, ya lo recuerdo! He muerto en el naufragio de tu barco de guerra traicionero y resucité al tercer día en el psiquiátrico, absurdo invento...

Narrar, decía mi padre, es como jugar al póker. Todo el secreto consiste en parecer mentiroso cuando se está diciendo la verdad.

Un mentiroso aquí es famoso por su encanto, ¡Un abogado hará que un hijo puta se parezca a un santo!

Tan lejos se estaba, en aquellos tiempos, de considerar impío a quien concibiera el origen del mundo sin la intervención divina, que Tales, Anaxímenes, Heráclito y otros, que abrazaron este sistema cosmogónico, no suscitaron objecciones, al par que Anaxágoras, sin duda el primer monoteísta entre los filósofos, fue quizás el primero a quien se acusó alguna vez de ateísmo.

Es impío no el que suprime a los Dioses, sino el que los conforma a las opiniones de los mortales.

Mucho erré en no matar a Lutero, y si bien lo dejé por no quebrantar el salvoconducto y palabra que le tenía dada, pensando de remediar por otra vía aquella herejía, erré, porque yo no era obligado a guardarle la palabra, por ser la culpa de hereje contra otro mayor Señor, que era Dios, y así yo no le había ni debía guardar palabra, sino vengar la injuria hecha a Dios.

¿Saben?, hace poco me enteré de que la palabra hereje viene de la palabra griega heréticos, que significa poder elegir, que casi lo dice todo, ¿no les parece?

Sólo su verdadero nombre hace reales a todos los seres y todas las cosas -dijo ella-. Un nombre falso lo convierte todo en irreal. Eso es lo que hace la mentira.

Es mejor ser alguien falso que un don nadie real.

¿Debo esconderme ante ti de mi admiración sucesiva por las religiones diversas de los países que he recorrido? Sí, me he sentido pagano en Grecia, musulmán en Egipto, panteísta en medio de los drusos y devoto sobre los mares de los astros-dioses de la Caldea; pero en Constantinopla comprendí la grandeza de esa tolerancia universal que ejercen hoy los turcos.

Así, en la tragedia, el pagano comprende que es mejor que sus dioses, y justamente tal conocimiento lo deja enmudecido, sin palabras.

Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía.

Conceder la inmortalidad a cada perico de los palotes fue el mayor y más pérfido atentado contra la humanidad noble.

Todos mis casos de amor encierran para mí algo real, y constituyen en mi vida una época de cultura. Así, por causa de mi primer amor, fue por lo que aprendí a bailar, y por una gentil bailarina aprendí el francés.

Amor y gentil corazón son una cosa misma.

¡Yo es que he sido muy feliz, mecagüen la leche! Nunca he renegado de las cosas, y lo he pasado de cojones

Ahora os ordeno perderme a mi y encontraros a vosotros; sólo cuando todos hayáis renegado de mi volveré a vosotros.

La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que nos priva de hacer muchas cosas buenas, sin más razón que la de no resolvernos e intentarlas.

Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence.