Sinónimos de gusano

Víbora mugrienta, lombriz de agua puerca por tercera base...

Un crítico es una lombriz de cebo en el hígado de la literatura.

Estaba un poco nervioso. Empezaba también a excitarme, pero sobre todo tenía los nervios de punta. Si he de serles sincero les diré que soy virgen.

Lo pintoresco tradicional, lo único autorizado por la crítica, tenía buenas razones para no encontrarse en mis cuadros: abandonado a mí mismo, lo pintoresco es inoperante y se niega cada vez que reaparece idéntico a sí mismo. Ya que lo producía su encanto, mientras no se hubiera convertido aún en tradicional, era lo inesperado, la novedad de una disposición y lo extraño.

Deseo paciencia a los impacientes por verme desaparecer. Ya falta menos que antes

Si es que quema vivir así, te molesta verme huír, en hoteles yo soy feliz...

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida

Una revolución es la larva de una civilización.

Me gustaría pensar que su primer invento, su primera condición de supervivencia, fue el humor. Si no lo hubiese tenido, habría sido fácilmente la criatura más miserable que se pueda imaginar . (Refiriéndose a la especie humana).

Y no logrará desprenderse jamás de su tosquedad y su ignorancia. Le he hecho todavía más vil de lo que su miserable padre quiso hacerme a mí. Le he acostumbrado a despreciar cuanto no es brutal, y llega al extremo de vanagloriarse de su rudeza.

Artículo tercero. — El lugar maldito en que el cristianismo ha incubado sus huevos de basilisco será arrasado, y, como lugar infame de la tierra, constituirá el terror de toda la posteridad. En él se criarán serpientes venenosas.

Las palabras hermosas esconden a veces un corazón infame

El hombre no es infeliz mientras no es injusto.

Tan pronto como uno es infeliz se hace moral

Nada resulta excesivo para recomendar al auditorio musical esta obra, esencialmente artística, que ha sido acertadamente considerada una de las más bellas del siglo que ha visto nacer a este desgraciado gentilhombre.

Mi problema principal fue, naturalmente la religión, de aquí fui a los principios de la ética. La primera que examine fue mi religión positiva (ego. El Judaísmo). Se derrumbo. Decidí basarme en alguna religión natural, pero mi agonía era tanta que esta fundación también se derrumbo frente mis ojos. Nada, nada quedo. Era el ser humano más desgraciado en el mundo. Me hice ateo.

El concepto del derecho que no corresponde a un deber es un derecho burgués, detrás del cual se esconde alguna alimaña de clase.

—Hay mosquitos —dijo ella de pronto, y se puso de pie y sacudió las faldas de su kimono. En la solitaria quietud del bosque ni uno ni el otro tenían algo que decir.

En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido—todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor.

Su ladrido es peor que su mordisco.

Mi condición de león domesticado tiene un rumor lacustre de colmenas y un ladrido de océano quemado.