Sinónimos de defraudar

Cuando se está enamorando empieza uno por desilusionarse a sí mismo y acaba por desilusionar a la otra parte interesada.

Aprendí mucho a escuchar lo que el estadio dice. ‘A lo loco se vive mejor’, nace de una parte de la hinchada que privilegia las emociones, y creo que al estadio le molestó ese apoyo, porque lo consideró inmerecido. A veces se silba un cambio, a veces silba a alguien que a criterio de la mayoría ha dejado de merecer ese apoyo. Si ilusionar merece ese reconocimiento, desilusionar merece reprobación. Esto que estoy produciendo desilusiona, y tengo que aceptar la reprobación.

Si quieres no frustrar tus deseos, tú puedes: sólo desear lo que depende de ti.

El orgullo excesivo es un pecado corriente, pero que un hombre puede, con la misma facilidad, frustrar la voluntad de Dios por una excesiva humildad.

Es más fácil engañar que desengañar.

Pero es preciso tener una refinadísima habilidad para saber sacar partido de un aire atolondrado; y quien lo posee puede obtener muchísimo por ese medio. Yo me he servido de eso muchas veces para engañar a algunas muchachas.

Algo digno de tenerse es algo digno de robar

Cuando Noel acusó a la banda Green Day de robar los arreglos de Wonderwall para la canción Boulevard of Broken Dreams, y se le recordó su hábito de robar riffs de otras bandas, él se defendió diciendo: ¡Pero no una canción entera! Ellos deberían tener la decencia de esperar a que me muera. Yo por lo menos le pago a la gente que robo por cortesía.

Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.

Cuanto más complejo se vuelve un sistema, más improbable resulta, mas cosas pueden fallar y más esfuerzo conlleva su mantenimiento.

Nunca arrojes fango. Pueder fallar tu objetivo, pero siempre te ensuciarás las manos.

He obrado en todo con la devoción que requería la más bella de las empresas humanas: la salvación de la patria; y por el designio que me animaba, no podía distraer mis actitudes a otras consagraciones.

Mis viajes más bellos, los más dulces, los he hecho al calor del hogar, con los pies en la ceniza caliente y los codos reposando en los brazos desgastados del sillón de mi abuela [...]. ¿Por qué viajar si no se está obligado a ello? [...]. Es que no se trata tanto de viajar como de partir; ¿quién de nosotros no tiene algún dolor que distraer o algún yugo que sacudir?

Y esto no es todo, amiga mía: nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor.