Sinónimos de cómputo

Así está el asunto: si va a haber barcos suficientes de modo que por su número nadie se quede aquí, nosotros zarparemos; pero si unos van a tener que quedarse y otros van a navegar, no embarcaremos en los barcos.

No había que traer hijos a un mundo como éste. No había que perpetuar el sufrimiento, ni acrecentar el número de animales lujuriosos, carentes de emociones duraderas, que sólo se movían, que iban de aquí para allá, llevados por sus caprichos y por sus vanidades.

Y en todo hombre o mujer que encontramos, en todo libro que leemos sólo nos interesa conocer cual sea el resultado de su balance vital.

¿El balance de la guerra fría? Un vencedor decidido a reemplazar la miseria soviética con la miseria liberal.

Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores.

Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes

Tengo razón cuando me digo (como mi abuelo) el mundo no está de acuerdo conmigo el mundo y yo no estamos de acuerdo (No son amos los amores; los odios si lo inmundo).

Lo futuro y más lejano ha de ser la razón de ser de tu hoy.

La primera enumeración de todos los Libros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está en los cánones de los apóstoles, que se supone fueron compilados por Clemente, el primer obispo de Roma, después de San Pedro.

La observación científica de un objeto involucra un escrutinio muy minucioso aun de ser necesario con ayuda de instrumentos. Dibujar y anotar todos los detalles es un medio valioso para impulsarnos a la observación precisa.

... un gobierno de y para el pueblo está abierto al escrutinio público, mientras que la información privada de los ciudadanos debe estar protegida por norma de la intrusión gubernamental.

Lo bueno cuando arde Troya es que nada tienes que perder, pues nada esperas. Casi todo lo que cuento gira en torno a eso. Mis personajes siempre tienen una Troya ardiendo a sus espaldas.

Un buen cuento alcanza a ser comprendido por todos. Se lo puede contar una y otra vez. Porque renace cada vez que se lo vuelve a contar o que se lo relee, tanto en voz alta como para uno mismo.