Sinónimos de criminal

Cuando leo que se asesinó a un hombre quisiera ser analfabeto.

Y me abandonaré a su abrazo y le abriré mi cuerpo para que él penetre en mí como el puñal del asesino penetra en el corazón de un príncipe sanguinario y magnífico...

Entre las diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna más homicida para la república que la impunidad del crimen o la proscripción de la virtud

Un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida

Todas vuestras teologías occidentales, todo el conjunto de los mitos, está basado en el concepto de un Dios como delincuente senil.

El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente.

Debería considerarse a todo escritor como un malhechor que en muy contados casos merece perdón y gracia. Este sería un remedio contra la invasión de los libros.

En España la forma mejor de asegurarse una larga estancia en prisión en estos momentos es ingresar en ETA, con una particularidad: que desde el día en que un malhechor de ETA pone la bomba hasta el día que ingresa en la cárcel cada vez pasa, cada vez transcurre menos tiempo.

Un político, que extermina hombres para ascender, es considerado, según su éxito, como un facineroso o como un héroe.

Pido a las generaciones futuras que algún día reivindiquen mi nombre, ya que muero como un bandido en tierra extraña.

Observe como, en política, el término extremismo se ha convertido en un sinónimo de malvado, independientemente del contenido del asunto (lo malvado no es aquello sobre lo que se sea extremo, sino el mero ser extremo, esto es, consistente).

Nadie se hace malvado de repente

Toda manifestación positiva de la vida es agresiva. Gran parte de la perniciosa inhibición de la agresividad que sufren nuestros niños obedece a la equiparación de agresivo con perverso

Por primera vez sentía un placer perverso en ser diferente de los demás. Es difícil no creerse superior cuando uno sufre, y el ver gente feliz nos da náuseas.

El tiempo cura las penas y las injurias porque todos cambiamos y dejamos de ser la misma persona; ni el ofensor ni el ofendido son el mismo.

El ofendido muchas veces sabrá perdonar, pero el ofensor jamás perdona.