Sinónimos de carajo

El falo es un objeto donde proyecto mi ternura. Esta pieza trata de la vulnerabilidad y de la protección. Tengo una familia de cuatro varones, también supe cuidar a mi hermano menor. Y aunque siento que el falo necesita de mi protección, eso no significa que deje de tenerle cierto miedo...

Me identifico con Rasputín, era un mujeriego, aficionado a la lucha y cristiano. Y más allá de todo, tenía un pene enorme

En el mundo actual, se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven

El mismo año que terminé el mural de la Escuela Nacional Preparatoria di uno de los pasos más importantes de mi vida, me hice miembro del Partido Comunista.

Me siento como una extranjera, y siempre me sentiré asó. Nunca fui miembro de ningún grupo en particular.

Si no gano yo, me importa un pito quien lo haga

Sobre pito Vilanova o como se llame no tengo nada que ocultar, las cámaras lo han visto todo

De crio me enseñan mentiras para que me haga la picha un lio.

Si me espera la muerte traicionera y antes de repartirme del todo me veo en un cajón, que me entierren con la picha por fuera pa que se la coma un ratón.

A mí, la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás, que se metan a España en el puto culo, a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgando del campanario; que vayan a cagar a la puta playa con la puta España, que llevo desde que nací con la puta España, vayan a la mierda ya con el país ese y dejen de tocar los cojones

Me tortura tanta duda, polla dura no cree en Dios.

La situación era incómoda y sin embargo a los pocos segundos noté con espanto que mi naturaleza, divorciada de mi intelecto, de mi alma, incluso de mis peores deseos, endurecía mi verga hasta un límite imposible de disimular.

Ay, las casualidades -dijo Quim respirando a pleno pulmón, como el titán de la calle Revillagigedo-, valen verga las casualidades. A la hora de la verdad todo esta escrito. A eso los pinches griegos lo llamaban destino.

El pájaro del alba dice que ayer no existe. No hay memoria, ni significa nada. Sólo, mira esta pasión que nos acoge, que ha estallado, de pronto, insobornable, como las ganas de vivir.

Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela con sus propias alas