Sinónimos de aventar

Lo que quiero es gente preparada: que se tomen el tiempo necesario para hacer las cosas bien. No quiero, ni necesito, batir ningún récord de tiempo. Eso suena a desastre

Raúl es un símbolo sin discusión en el Real Madrid. Es incuestionable, va a batir todos los récords y tenemos la ilusión de que en el futuro pueda seguir en el club cuando deje de ser futbolista

Estoy perdido para el mundo, aunque mi reino sean todos los mundos posibles, porque yo soy el testigo de mi propia creación. Mi creación es mi pasión. Por eso hago soplar los vientos para que den testimonio de mis llamas.

Hasta los 30 es divertido soplar las velitas. Pero a partir de esa edad, son las velas las que te soplan a ti, llevándose de paso lo que va quedando de tu pelo y de tus sueños.

Hay una frase que a mí me ha costado muchos insultos: hay que expulsar al nacionalismo del espacio público.

El hombre puede expulsar a la compasión de su corazón, pero Dios nunca lo hará.

Lo importante en mi opinión no es echar la culpa de un error de alguien, sino averiguar qué causó el error

Cuando tienes la oportunidad de echar un vistazo al archivo que guardan sobre ti en el FBI es cuando descubres que las agencias de inteligencia en general son extremadamente incompetentes.

Aquél que desdeñe la caída de la mortalidad infantil y la gradual desaparición de las hambrunas y de las plagas puede arrojar la primera piedra sobre el materialismo de los economistas

¿Necesidad? Palabra cómoda con que el culpable se quita de encima la culpa, para arrojar en el vacío toda soberbia y traición.

Las tiendas de flores no tienen nunca cierres metálicos. A nadie se le ocurre robar flores.

Un abogado con cartera puede robar más que mil hombres armados.

Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.

La razón es una olla de dos asas: lo mismo puede cogerse por la derecha que por la izquierda.

Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.

Actúo en política como en la guerra: distraigo a un flanco para batir al otro.

Yo sé que siempre se sigue delante y que nos llenamos de otros nuevos días y al eventual transcurrir de las tardes un día vi el batir de las alas de ayer, más no partió tu recuerdo incensante y aún me despierto al eco de tu risa, de vuelta atrás donde a veces estás pero, ¿qué hago con tanto que nunca se fue?

Estoy perdido para el mundo, aunque mi reino sean todos los mundos posibles, porque yo soy el testigo de mi propia creación. Mi creación es mi pasión. Por eso hago soplar los vientos para que den testimonio de mis llamas.

La mayoría de la gente no entiende cómo la otra parte se puede soplar la nariz de una manera distinta a la suya.

Hoy, todos los individuos que hemos despertado realmente, vivimos en un estado de desesperación. La desesperación es nuestro legítimo lugar y posición. De este modo hemos sido colocados entre Dios y la nada. Respiramos, aleteamos y oscilamos entre ambos. Todos los días nos dan ganas de arrojar la vida, pero nos detiene lo que hay en nosotros de superpersonal y supertemporal

¿Necesidad? Palabra cómoda con que el culpable se quita de encima la culpa, para arrojar en el vacío toda soberbia y traición.

Bajar música es como robar un jersey en unos grandes almacenes

Al ciruja me lo llevo preso. No podés alterar el orden en algo que es un delito, porque es tan delito robar la basura como robarle a un señor en la esquina

Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.

La razón es una olla de dos asas: lo mismo puede cogerse por la derecha que por la izquierda.

Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.